El 18 de Julio de 1936 comenzaba uno de los episodios más oscuros de la historia Española, la Guerra Civil. Una historia que está muy enlazada con el conocido Pico de Chía y la escarpada Sierra de Chía, una zona muy conocida, pero con una historia poco conocida.
En la Sierra de Chía se vivió una de las batallas más importantes de la Guerra Civil Española, una batalla conocida como la Bolsa de Bielsa (1938). El ejército franquista rodeó por completo a los Republicanos en una zona con la única escapatoria hacia la vecina Francia. Los Republicanos con una munición muy escasa plantaron una resistencia durísima, hasta terminárseles por completo las municiones.
Los Republicanos tuvieron que marchar hacia Francia, donde se les dio la opción de quedarse en el país o volver a territorio republicano por Cataluña. Solo 400 se quedaron en el país galo, los 6.889 soldados restantes volvieron a luchar por la libertad. Esto dio una fuerte moral al ejército Republicano.
Chía es una cima que he visto desde mi casa en el pueblo de Sesué toda la vida, nunca le había dado demasiado importancia, pero siempre he tenido el gusanillo de subirla. Pues ha resultado ser una cima que me ha dejado impresionado, creo que una de las mejores vistas que he visto en una cima Pirenaica: Turbón, Besiberris, Valh d’Aran, Macizo de la Maladeta, Macizo del Perdiguero, Macizo del Posets, Gran Bachimala, Ordesa y Monte Perdido, Cotiella… ¡¡Espectacular!!
Desde el Collado de Sahún iniciamos una ascensión con algo de piedra para pasar posteriormente a unas grandes praderas. Desde estas praderas me dirigí a la primera cima de la jornada Casania (2.372 m), esta cima y sus laderas están llenas de trincheras y de hecho no se hace difícil encontrar alguna bala o latas de comida, qué duro se debía hacer estar allí.
Desde esta cima vemos en frente la cima de Chía, tres grandes y escarpados bloques que sobresalen asombrosamente ante nuestros ojos y convierten las praderas en un terreno más complicado. Un suave camino nos acompaña hasta el pie de esta cima. Desde este punto el terreno cambia completamente, fuerte ascensión y abundancia de piedra nada agradables al tacto, ya que son completamente ásperas.
Una aérea cresta descompuesta y con 300m de caída a cada lado, nos acompañara hasta alcanzar la cima con vistas espectaculares a nuestro entorno y con las vistas del algún que otro Quebrantahuesos (Gypaetus barbatus). En el descenso aproveché para hacer alguna que otra foto a las flores de nieve (Edelweis alpina), que abundan en esta zona.
¡¡Una salida muy reconfortable!!
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