La Penya de Sant Alís (1.676 m) es el punto culminante del Montsec, una espectacular cordillera calcárea situada en el área Prepirenaica. Su nombre proviene del latín Mont Sectum, que significa montaña cortada o sesgada. Sus más de 40 km están divididos por dos gigantescos desfiladeros esculpidos por los ríos de la Noguera Ribagorzana y la Noguera Pallaresa, dividiendo la cordillera en tres secciones: Montsec de l’Estall, Montsec d’Ares y Montsec de Rúbies o de Meià.
Ficha de la actividad
 Distancia | 7 km |
 Desnivel positivo | 364 m |
 Desnivel negativo | 364 m |
 Altitud máxima | 1.676 m |
 Altitud mínima | 1.530 m |
 Dificultad técnica | Fácil |
 Dificultad física | Fácil |
 Circular | Sí |
 Zona geográfica | Àger |
 Track | Descargar  |
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Acceso
La Penya de Sant Alís se encuentra en el Montsec d’Ares, al cual accedemos a través de la población de Àger (642 m). Desde este núcleo urbano ascendemos hasta el Coll d’Ares (1.568 m) por una serpenteante carretera muy frecuentada por parapentistas que despegan junto al collado. De hecho, fue en el Montsec, donde se practicaron los primeros vuelos de la península. Considerándose en la actualidad como uno de los mejores sitios de nuestra geografía para volar con parapente por el desnivel, las abundantes térmicas y la impresionante geografía. La carretera también da acceso al observatorio astronómico situado sobre la Sierra del Montsec. Otro gran atractivo de estas asombrosas montañas.
En apenas 200 metros, desde nuestro punto de partida, encontramos la cueva de Les Dues Boques, con un recorrido de 13 metros y dos bocas, como su propio nombre indica. Podemos acceder fácilmente a la cueva por su vertiente W y disfrutar de las impresionantes vistas de la entrada E, que se aboca al acantilado. Tras visitarla, seguimos por nuestro itinerario por la amplia arista del Montsec d'Ares.
Poco después, coronamos el Cap del Ras (1.638 m) y sin mayores dificultades alcanzamos la Penya de Sant Alís (1.676 m), coronada por un vértice geodésico. Desde la cima se puede disfrutar de una completa panorámica de la vertiente sur de los Pirineos, desde el Cadí, en la provincia de Girona, hasta los valles de Hecho y Aragües, divisoria entre Aragón y Navarra. En cambio, en dirección sur, la cuenca del Ebro está escondida bajo una extensa capa de niebla. El manto blanco hace de musa y ofrece espectaculares instantáneas. Tan solo sobresalen elevaciones tales como Montserrat, Els Ports, Muntanyes de Prades o un difuso Moncayo. Seguramente estamos ante uno de los mejores miradores de los Pirineos, especialmente en días claros.
Los despeñaderos del Montsec constituyen un idóneo lugar de cría para multitud de especies de aves. Durante nuestra excursión observamos un grupo de buitres, así como numerosas chovas de pico rojo (Pyrrhocorax pyrrhocorax). Pero fuimos muy afortunado al poder divisar un esbelto quebrantahuesos. También resultan difícil de observar el halcón peregrino (Falco peregrinus) y el alimoche común (Neophron percnopterus).
Seguimos nuestra excursión hasta el Tossal de la Canal de l'Embut (1.672 m), afeada por un conjunto de antenas. Pero la extraordinaria panorámica nos da una satisfactoria recompensa. En este punto optamos por iniciar nuestro regreso al punto de partida, resiguiendo la pista paralela a la arista con un perfil más suave y agradable.
Sin mayores dificultades ponemos punto y final a una excursión muy recomendable por un espacio natural que alberga un importante legado geológico, paleontológico, cultura, histórico y ambiental.
Recorrido
Una vez en el collado, estacionamos nuestro vehículo y nos dirigiremos, en nuestros primeros pasos, por una pista en dirección E. Punto donde encontramos la zona de despegue de parapente y ala delta. Acto seguido abandonamos la pista y nos disponemos a reseguir la cresta de la cordillera, con suaves praderas en la vertiente norte y escarpados desfiladeros de formas imposibles en la ladera sur.En apenas 200 metros, desde nuestro punto de partida, encontramos la cueva de Les Dues Boques, con un recorrido de 13 metros y dos bocas, como su propio nombre indica. Podemos acceder fácilmente a la cueva por su vertiente W y disfrutar de las impresionantes vistas de la entrada E, que se aboca al acantilado. Tras visitarla, seguimos por nuestro itinerario por la amplia arista del Montsec d'Ares.
Poco después, coronamos el Cap del Ras (1.638 m) y sin mayores dificultades alcanzamos la Penya de Sant Alís (1.676 m), coronada por un vértice geodésico. Desde la cima se puede disfrutar de una completa panorámica de la vertiente sur de los Pirineos, desde el Cadí, en la provincia de Girona, hasta los valles de Hecho y Aragües, divisoria entre Aragón y Navarra. En cambio, en dirección sur, la cuenca del Ebro está escondida bajo una extensa capa de niebla. El manto blanco hace de musa y ofrece espectaculares instantáneas. Tan solo sobresalen elevaciones tales como Montserrat, Els Ports, Muntanyes de Prades o un difuso Moncayo. Seguramente estamos ante uno de los mejores miradores de los Pirineos, especialmente en días claros.
Los despeñaderos del Montsec constituyen un idóneo lugar de cría para multitud de especies de aves. Durante nuestra excursión observamos un grupo de buitres, así como numerosas chovas de pico rojo (Pyrrhocorax pyrrhocorax). Pero fuimos muy afortunado al poder divisar un esbelto quebrantahuesos. También resultan difícil de observar el halcón peregrino (Falco peregrinus) y el alimoche común (Neophron percnopterus).
Seguimos nuestra excursión hasta el Tossal de la Canal de l'Embut (1.672 m), afeada por un conjunto de antenas. Pero la extraordinaria panorámica nos da una satisfactoria recompensa. En este punto optamos por iniciar nuestro regreso al punto de partida, resiguiendo la pista paralela a la arista con un perfil más suave y agradable.
Sin mayores dificultades ponemos punto y final a una excursión muy recomendable por un espacio natural que alberga un importante legado geológico, paleontológico, cultura, histórico y ambiental.
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