Vuelta al Macizo del Posets

Ya hacía tiempo que me iba por la cabeza hacer la vuelta al Posets en un día, al estilo del Trail Aneto, pero en autosuficiencia total. Cuando mi compañero de cordada, Jordi, se apuntó, fue cuestión de días.

A las 5h de la madrugada nos plantábamos al inicio del Valle de Estós para empezar. Cargamos mochilas, frontal y… ¡Ale! ¡A correr! Rompiendo las primeras marcas del día nos plantamos en el Refugio de Estos, ya de día. De allí continuamos en dirección al Collado de Chistau, con amenazantes nubes, niebla y un grupo de amables sarrios acompañando nuestra solitaria travesía. En el Collado de Chistau empezó a tocar ponerse paravientos, comer algo y descenso hacia la Cabaña d’Añes Cruzes. Una vez en Añes Cruzes emprendimos un largo llaneo hacia el siguiente Refugio de la jornada, Viadós.

Refugio de Estós

¡Una marmota!

Forca de Clarabide (2.857 m)

Barranco de Clarabide

Puerto de Chistau (2.577 m)

Últimos metros antes de llegar al Puerto de Chistau (2.577 m)

Puerto de Chistau (2.577 m)

Vall d'Añes Cruzes

Añes Cruzes

Puerto de Aigües Tortes

Río Zinqueta de Añes Cruzes

Picos Eriste

Viadós (1.740 m)

Refugio de Viadós (1.740 m)

Pico Posets (3.375 m)

En Viadós tomamos una breve pausa y aprovechamos para mirar el mapa. Nuestra ruta no contemplaba la subida por el camino normal (de Viadós al Collado de Eriste), continuábamos bajando por el Valle de Gistaín para después hacer una ruta circular por cuatro Ibones que nos llevarían a enlazar con el Collado de Eriste. Al haber ido rompiendo marcas hasta el momento no tuvimos ninguna duda de emprender la circular… pero todo se invirtió, un camino mínimamente señalado, por decir algo, el cansancio acumulado y una impresiónate tartera de grandes bloques de piedra nos hicieron perder muchísimo tiempo.

Gran Bachimala o Schrader (3.130 m) desde La Solana

Llegamos al Ibón Pixón, donde la palabra cansancio ya se empezaba a hacer presente. De allí continuamos en improvisación total hacia el Ibón de la Solana y entre bloques, barrancos y trepadas (por culpa de desviarnos del ficticio camino y saltarnos el Ibón d’es Lenés) nos plantamos en el Ibón d’es Millás.

Ibón Pixón

Ibón de la Solana y Agullas del Sen

Ibón de la Solana y Agullas del Sen

Els Millás y Pico Posets (3.375 m)

Gran Bachimala o Schrader (3.130 m), Punta Sabre (3.136 m) y a la derecha Puntal de Barrau (2.389 m)

Barranco d'Els Millás

Pico Posets (3.375 m) y cresta de espadas

Ibón d'es Millás, Punta Millás (2.942 m), Las Forquetas y Collado de Millás (2.831 m)

Un breve descenso y nos encontramos delante la ascensión más dura del día, el Collado de Eriste. No paramos, sabíamos que el tiempo se nos echaba encima y que la peligrosa noche de montaña cada vez estaba más cerca. Al final llegamos al Collado de Eriste, con un fuerte viento huracanado que nos azotaba, piedras, polvo y que, sumado al cansancio, nos destrozaba la posibilidad de realizar las dos Forquetas (dos cimas de 3000 m), solo hizo falta una mirada con el compañero para saber que íbamos directos hacia el Ibón de Llardaneta. El viento no nos permitía prácticamente hablar, tengo que reconocer que nunca había sufrido tanto viento en montaña.

Cresta de Espadas, Collado de Eriste (2.860 m) y las Forquetas

Collado de Eriste (2.860 m)

Cresta de Espadas

Collado de Eriste (2.860 m)

¡Ibón de Llardaneta al fondo con mucho viento!

Ibón de Llardaneta

Bajando me encontré con una agradable sorpresa, un sarrio durmiendo a menos de un metro. No tardó mucho en despertarse y echar un brinco, mientras aprovechaba para hacer una foto. Seguimos en descenso hacia el Refugio Angel Orús y de allí bajamos hacia la cascada de Espigantosa donde nos alcanzo la noche, pero también unos cacahuetes, bebida y un coche con la familia y amigos. ¡Reto conseguido! ¡En un día! ¡15h!

Sarrio (Rupicapra rupicapra)

Refugio Ángel Orús

Pleta del Estallo